Todos hacemos algunas cosas bastante malas en nuestra vida,
y algunos de nosotros queremos asumir la responsabilidad por éstas.
Cuando se trata de “arrepentimiento”, no se trata de darnos golpes de pecho.
Consiste en transformar la transgresión en una virtud.
Nunca se trata SÓLO del 1%, sobre la acción que realizaste.
Se trata de dónde está tu cabeza.
Se trata de qué conciencia nació como resultado de esa acción.
Es por ello que los ángeles están en el Cielo y la gente aquí en la tierra.
Si el 1% de lo que hiciste (por ejemplo: drogas, engañar, lastimar a alguien)
fue lo que tenía que ocurrir para que tu cabeza estuviese en el lugar correcto
para decir “ya tuve suficiente”, entonces es así como la transgresión se convierte en virtud.
Yehuda Berg