Estás conmigo, te siento acariciando mi piel con el calor de tu aliento.
Tu ausencia me sabe a hiel, pero hoy te siento aquí acariciando mi piel.
Debías marcharte, sí, como siguiendo tu estrella ¡pero hoy te siento aquí!
Eres la pequeña abella buscando siempre la rosa como siguiendo tu estrella.
Pero, ¿sabes una cosa? Yo presiento que me piensas buscando siempre la rosa.
Pese a distancias inmensas yo presiento que me piensas y estás conmigo, te siento ¡en el calor de tu aliento!
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