Nacimiento:
Origen. Se atribuye a San Francisco de Asís, quien, en 1223 en vísperas de la Navidad, montó en el bosque de Greccio, el primer nacimiento de que se tenga noticia, con hombres y animales vivos. Su deseo era celebrar una hermosa nochebuena de Navidad, para vivir el recuerdo del Niño Jesús que nació en Belén en un establo. Una vez montada la escena, reunidos los habitantes de la aldea, se celebró la Eucaristía con algunos cánticos de la Natividad del Señor. Los asistentes llevaban antorchas y velas a fin de "iluminar aquella noche que debería de alumbrar a los siglos como una estrella refulgente". Al año siguiente repitió la representación con éxito y desde entonces la costumbre se extendió a todos los pueblos cercanos. Con el paso del tiempo la falta de espacio obligó a sustituir a las personas y animales por figuras de madera o de barro.
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