Unas 140 millones de mujeres han sido mutiladas y cada año 3 millones de niñas corren el riesgo de sufrir esta práctica que sigue siendo una epidemia en muchos países, y constituye un
abuso de los derechos humanos de las mujeres y niñas.
Para sensibilizar a la sociedad acerca de esta práctica que
atenta contra la integridad y los derechos de la mujer, cada año se celebra el
Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina. Este año la OMS (organización mundial de la salud) dedica una especial atención a esta práctica ya que existe una tendencia preocupante de que sean los propios prestadores de atención de salud quienes realizan la mutilación, de manera que no ayudan a erradicarla sino todo lo contrario, la mantienen y la legitimizan.
Según la OMS, la mutilación genital femenina es
"una práctica que supone la extirpación total o parcial de los genitales externos o su alteración por motivos culturales u otras razones que no son de índole médica", y son muy frecuentes en algunos países de Asia, del Oriente Medio, en algunas regiones de África y en poblaciones inmigrantes de Norteamérica y Europa.
Además de ser un grave atentado contra los derechos humanos, s
us consecuencias pueden llegar a ser fatales, muchas mujeres y niñas mueren al realizarles la mutilación genital, otras terminan con secuelas permanentes, pueden sufrir hemorragias, infecciones, además de fuertes dolores menstruales, dolores durante las relaciones sexuales debido a las cicatrices... No sólo consecuencias físicas, sino
también psicológicas, como la alteración del sueño, desórdenes mentales, falta de apetito, ataques de pánico, pesadillas, pérdida de autoestima, depresión, ansiedad crónica, etc...
Fuente:
elmercuriodigital.es y
luchamgf.org ¿Deberían los gobiernos prohibir esta práctica? ¿están los valores culturales por encima de los derechos humanos de la mujer?