Podemos pasar por
momentos de rabia,
rencor y envidia… pero
esas emociones no deben albergarse en nuestro
corazón de
forma permanente,
deben ser sólo pasajeras,
deben quedar atrás.
Es necesario que controlemos
esas emociones negativas
y todo lo que llevamos dentro de nuestro interior.
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