(fragmento)
Aún eres tú en medio de una incesante
cascada de esmeralda y de sombra,
como una larga palabra de amor, como
una pérdida total.
Aún eres tú quien me tiene a sus pies
como una blanca cadena de ralámpagos,
como un ardiente brazo de perfume en
el centro del mundo.
Aún eres tú como una rueda de dulces tinieblas
agitándome el corazón con su música
profunda, como una mirada que enciende
callados remolinos bajo la pluma del
cielo, como la yerba de oro de una
trémula estrella, como la lluvia en el mar.
Javier Sologuren