Encuentro en mis tardes, en mis noches y al romper el alba
a esa persona...que descubro... que amó... que comparto,
vida, carencias, amor, llantos, alegrías.
A esa persona que camina, que muerde polvo, que se levanta
que corre, que ríe, que me ama.
A esa persona que gusta de escribir, que vive tanto adentro como afuera
que gusta del mar, de puestas de sol, de la nieve, de tormentas.
Que trata de comprender a Stephen Hawking en las noches
mirando el cielo, el universo, buscando a ojo limpio lo que enseña.
A esa persona que leía Dostowisky a los doce años o a Moravia
o a tantos otros.
A esa persona que soy...yo
Y la he encontrado, sentada mirando el mar, viendo como los barcos
entran a la bahía, mirando el contorno agreste de la cintura de un árbol,
escuchando el sonido silente de una amapola, que deja sus pétalos volar.
Simplemente...yo
Toda...incompleta... segura... tímida... insegura...
llena de complejos...llena de sabiduría antigua.
...yo que no sé de dónde vengo, yo que no sé a dónde voy,
que vivo de recuerdos, que muero de futuros, que muero al pasado
que vivo el presente y espero con ansias mi futuro.
Aquí estoy paciente como anciana de mil años, urgente
como niña recién nacida.
Escribo y canto...canto y escribo...
Me hundo en sensaciones, me elevo a los cielos,
jugueteo con el infierno, me visto de blanco
Mujer...niña...anciana...inmortal... no lo sé
simplemente soy algo, una chispa que puede morir, que puede vivir
¡Simplemente soy!