SI TÚ ME DICES VEN
Si tú me dices ven, lo dejo todo... No volveré siquiera la mirada para mirar a la mujer amada... Pero dímelo fuerte, de tal modo
que tu voz como toque de llamada, vibre hasta el más íntimo recodo del ser, levante el alma de su lodo y hiera el corazón como una espada.
Si tú me dices ven, todo lo dejo... Llegaré a tu santuario casi viejo, y al fulgor de la luz crepuscular,
más he de compensarte mi retardo, difundiéndome ¡Oh, Cristo! como un nardo de perfume sutil, ante tu altar.
Amado Nervo
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