La fábula del erizo
Durante la Edad de Hielo,
muchos animales murieron a causa del frío.
Los erizos dándose cuenta de la situación,
decidieron unirse en grupos.
De esa manera se abrigarían y protegerían entre sí,
pero las espinas de cada uno herían a los compañeros más cercanos,
los que justo ofrecían más calor.
Por lo tanto decidieron alejarse unos de otros y empezaron a morir congelados.
Así que tuvieron que hacer una elección,
o aceptaban las espinas de sus compañeros o desaparecían de la Tierra.
Con sabiduría,
decidieron volver a estar juntos.
De esa forma aprendieron a convivir con las pequeñas heridas
que la relación con los demás pueden ocasionar,
ya que lo más importante es el calor del otro.
Y así pudieron sobrevivir.
Moraleja de la historia
La mejor relación no es aquella que une a personas perfectas,
sino aquella en que cada individuo aprende a vivir
con los defectos de los demás y admirar sus cualidades.