Es casi primavera por el beso que aún llena de desvelo mi memoria, el beso que fue parte de esa historia que no supe escribir... Se queda impreso
detrás del corazón, sostiene el peso de todos los recuerdos; y en la noria donde da vueltas la ilusión sin gloria repite a media voz «ya no hay regreso».
Es casi primavera y he querido salvarme del engaño repetido y llenarme de luz cada recodo.
Me aparto del rencor, cubro mi pena con el mejor disfraz, y soy más buena para seguir viviendo de algún modo.