Madre querida.
nueve meses en tu vientre me has tenido
con tus suaves caricias
tu me has querido.
Me enseñaste lo bueno y lo malo
yo aprendizaje de ti he heredado.
Con tus palabras de armonía
a la vida me enfrentases sin cobardía.
Día tras día me mostraste tu alegría
yo hoy te digo gracias por esta vida.
Por todo lo que supiste ofrecerme
te explico que no me olvido
todo lo que tu me has dado.
En los sueños de la vida tu me has amado
y yo contigo todo he compartido.
Miedo contigo no he tenido
porque la vida junto a ti he recorrido.
Porque a tus hijos nunca has descuidado.
Hoy te entrego mi vida.
A ti corazón de madre.
Anabel Kauffman