Una mujer se tatúa un caracol cerca de la vagina y muy romántica le dice al novio: Mi amor, ¿Puedes oír el mar? Y él le responde: No, pero puedo oler los peces muertos.
Mientras desayunan, le dice la mujer al marido en tono de reclamo: ¿Sabes?, anoche, cuando dormías, me estabas insultando. ¿Y quién te dijo que dormía?
La mujer le dice al marido: Oye, Jorge, ¿Nunca se te ha ocurrido comprarme flores? ¿Para qué? Si todavía estás viva.
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