«HÁBLENOS DE COMIENDO Y BEBIENDO».
Y él dijo:
Que pudieras vivir bastando con la fragancia de la tierra,
y como una planta de la luz sustentarse por la luz.
Pero porque tienes que matar para comer,
y robarles la leche de la madre a los jóvenes para saciar tu sed,
entonces que sea un acto de adoración,
Y que tu mesa sea un altar en el cual los puros
y los inocentes del bosque y campo son sacrificados
por eso que es más puro y más inocente dentro de muchos.
Cuando matas a un animal, díle a él en tu corazón,
«Por el mismo poder que te mata, yo también soy matado;
y yo también seré consumido.
Porque la ley que me entrega a ti en la mano
le entregará a mi en una mano más poderoso.
Tu sangre y mi sangre no es nada
sino la savia que alimenta el árbol del cielo».
Y cuando aplastas una manzana con los dientes,
díle a ella en tu corazón,
«Tus semillas vivirán en mi cuerpo,
Y los capullos de tu mañana florecerán en mi corazón,
Y tu fragrancia será mi aliento,
Y juntos nos regocijaremos por todas las estaciones».
Y en el otoño,
cuando recoges las uvas de tu viña para el lagar,
di en tu corazón,
«Yo también soy viña, y mis frutas serán recogidas para el lagar,
Y como el vino nuevo yo sere guardado en toneles eternos».
Y en el invierno, cuando sacas el vino,
que haya en tu corazón una canción para cada taza;
Y que haya en la canción un recuerdo para los días del otoño,
y para la viña, y para el lagar.
KALIL GIBRAN
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