Me dirijo
allá donde la noche se transforma
en un ático de sublimes estrellas.
(Incertidumbre).
En mis hombros: penas.
en mi memoria: arroyos.
en mis pies: espinos.
Y
En las murallas de la eternidad
las cenizas de un incierto destino
se pierden en las pinceladas de un boceto anónimo.
Amén.
(No hay vacío que palabras
no puedan llenar).