El amor no debe doler. El amor implica confianza, protección, respeto a los gustos del otro, comunicación, caricias, ayudas al crecimiento emocional y espiritual. Consiste en compartir la vida con alegría, dialogar sobre las diferencias y preferencias, y respetar la integridad física, moral y espiritual de la persona amada.
Muchas personas se preguntan: por qué alguien no respetó los sentimientos de otra persona. No es una pregunta inusual pues es lo que pensamos cuando alguien lastima nuestros sentimientos. Y creemos que la persona debería saber que nuestros sentimientos estaban en riesgo en una situación, especialmente si es alguien que nos conoce bien. En estos casos, pasamos un tiempo difícil creyendo que esto simplemente podría ser un malentendido. Pero en la mayoría de los casos lo es. Mientras que la mayoría de las personas no lastima deliberadamente nuestros sentimientos, la única persona que realmente sabe, entiende y puede predecir cómo algo afectará nuestros sentimientos somos nosotros. Esperar que otros sepan eso puede ponernos en un espacio difícil.
Cuando estamos en una relación con alguien tendemos a entregar nuestros sentimientos a esa persona, esperando que sea respetuoso y sensible a ellos. Y cuando no lo son, nosotros estamos más que
lastimados, también podemos sentirnos traicionados, menospreciados y
deshonrados. Ahora tenemos una opción, pensar lo peor de alguien y quizá de nosotros mismos o recordar quién está en control de nuestra realidad.
Si elegimos pensar lo peor de los demás, creyendo que
no tienen una buena opinión de nuestros sentimientos, hacemos dos cosas
– darles poder sobre nuestra realidad y volvernos una víctima. Y si
alguien es así de hiriente, ¿por qué lo atraemos y qué necesitamos aprender de esa persona? Mientras que la mayoría de las personas quizá
no anden por ahí para lastimar nuestros sentimientos, a veces lo harán.
El cómo interpretamos sus acciones es un reflejo de lo que pensamos de nosotros mismos. Si verdaderamente creemos en nuestro poder y nos amamos, nada que cualquier persona nos haga puede cambiar eso.
Mientras que las otras personas se preocupan por nuestros sentimientos, la mayoría de las personas están tan involucradas en sus propias vidas y con frecuencia en sus propios miedos para considerar cómo reaccionaremos en una situación. Esto es un reflejo de su nivel de crecimiento y entendimiento espiritual. El desapego es nuestro mejor curso de acción porque nos permite hacer una pausa antes de decidir cómo responderemos. Después podemos hacer una elección desde un lugar de poder en lugar desde uno de miedo, ser
victorioso en la situación en lugar de una víctima y entender por qué cedimos el control sobre nuestro bienestar emocional a alguien más.
Con este conocimiento, estamos en control de nuestros sentimientos y podemos elegir estar en relaciones con personas que los honren y los respeten también.