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¡Hola vieja amiga
ramera, vida mía!
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Ven, caminemos de la mano,
sé que puedo contar contigo
y con todo tu cariño.
¿Cuántas veces nos hemos seducido
con ese elixir del amor?
¡Hacia ti es mi clamor!  …
Por este nuevo camino,
ven, caminemos, ves aquella pradera;
después que crucemos el puente,
de la forma que tú quieras,
los dos como una flor en nuestro paraíso, 
gozaremos del himno
de esas quimeras tan nuestras…
Entre mi cincel y pergamino,
lienzo en donde engendrarás mis letras
bajo tu regazo y senos en ese lecho;
moldeado en este hermoso día
y cielo… llamado poesía.
Ven acuéstate vida mía
aquí en sobre mi lecho
amémonos …
entre versos y rimas
hagamos este poema
«ese nuestro hijo» entre tú y yo.
Dalo por cierto, vieja amiga mía:
yo te amo, y eso siempre será
entre  las estrofas…
éxtasis de sílabas de nosotros dos…
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Luis
Playa de Fajardo, PR.
1-18-13
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