Hemos aprendido que la vida y el amor son como una rosa bella,
pétalos por todos lados pero tienen espinas y si algún día por casualidad lastima una de ellas, no se toma como un dolor sino como una experiencia para ser mejor.
Hemos aprendido que en la vida se cometen errores, pero lo más importante es saber reconocer nuestros actos y actitudes,
saber cuándo tenemos la razón y cuando nos hemos equivocado.
Debemos vencer las luchas, las tentaciones
y guiarnos por el camino del bien.
Y si algún día se cae se hace como el sol,
que por las tardes cae pero al día siguiente
se levanta con un mayor resplandor.
Hemos aprendido que con esfuerzo y perseverancia
todo se logra y para tener un mejor nivel
siempre hay que ver más allá de lo que todo ser humano es capaz de ver.
Hemos aprendido:
la mejor herencia de nuestro padre es el estudio,
siendo así el principal cimiento para el futuro.
Hemos aprendido que el secreto del éxito en la vida
es tener fe en uno mismo,
sólo cuando se cae se vuelve a levantar
porque los caminos de la vida son largos
pero siempre tienen un inicio y un final,
si se marca el final de uno también se debe marcar el inicio de uno nuevo.
Hemos aprendido que hay un ser espiritual muy maravilloso,
que nos quiere a todos por igual,
que aunque no lo podamos ver ni tocar
lo podemos sentir como una paz en nuestro corazón.
Le debemos todo en esta vida y lo único que tienes que hacer es abrirle las puertas de tu corazón e invitarlo a que entre en ti,