MENTALIDAD TRIUNFADORA
Somos lo que creemos.
Valemos lo que tenemos en la mente y en el alma.
Alcanzamos lo que soñamos con toda intensidad
Nadie triunfa por casualidad.
Cada hombre exitoso posee una filosofía de vida
que lo lleva a tomar decisiones correctas
en los momentos precisos.
Mañana sólo vas a cosechar aquello
por lo que te partiste el alma hoy.
Sólo los de mente arcaica piden limosna; son inútiles,
aunque tengan veinte años de edad.
Pero tú eres joven mentalmente.
Tú puedes lograr tus sueños.
Comienza a hacer lo que te corresponde, hoy mismo.
Haz que tu mejor esfuerzo se convierta en tu mejor plegaria.
Tienes inteligencia, voluntad, conciencia;
todos los elementos para triunfar.
Si no logras tus anhelos es que no pagaste el precio.
¡Actúa! ¡Deja de suspirar y hacerte el mártir!
¡Si no triunfas, es porque no quieres!
No inventes excusas.
Sal al campo de batalla. Hazte oír, hazte valer.
Si no crees en ti, nadie lo hará;
si no levantas la mano por temor a la crítica,
podrías morirte y nadie te echaría de menos.
¡Lucha! ¡Incluso un poeta luchador es mejor que un poeta aislado!
El hombre que se dice intelectual
y se retira permanentemente,
en realidad es un perezoso.
Los seres ordinarios tienen pereza de pagar el precio.
Quieren llegar a la cima sin prepararse ni moverse.
Los mediocres ven al triunfador y lo minimizan,
pero no se dan cuenta de que el triunfador
ha dado la vida por sus anhelos.
Las ideas te hacen libre o esclavo.
De ideas positivas te sostienes para salir del fango,
como si fueran ramas de un árbol que se inclinan hacia ti.