Tanto amor Hay tanto amor en mi alma que no queda
ni el rincón más estrecho para el odio. ¿Dónde quieres que ponga los
rencores que tus vilezas engendrar podrían? Impasible no soy: todo lo
siento, lo sufro todo...Pero como el niño a quien hacen llorar, en
cuanto mira un juguete delante de sus ojos se consuela, sonríe, y
las ávidas manos tiende hacia él sin recordar la pena, así yo, ante el
divino panorama de mi idea, ante lo inenarrable de mi amor infinito,
no siento ni el maligno alfilerazo ni la cruel afilada ironía, ni
escucho la sarcástica risa. Todo lo olvido, porque soy sólo corazón, soy
ojos no más, para asomarme a la ventana y ver pasar el inefable Ensueño,
vestido de violeta, y con toda la luz de la mañana, de sus ojos
divinos en la quieta limpidez de la fontana... Amado
Nervo
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