Curiosamente, esta
metáfora del amor entendido como una droga queda de manifiesto en la
película excelente que hace sólo unos meses interpretaron Anne Hathaway
y Jake Gyllenhaal titulada Amor y otras drogas. Una historia muy humana
que ahora sale en dvd y que muestra cómo el amor produce temor en ciertas
ocasiones, especialmente, a aquellas personas que siempre han evitado el
compromiso. Pero también refleja de forma directa cómo el apoyo de una pareja es
positivo para hacer frente a una enfermedad ya que el verdadero amor se refleja
no sólo en los buenos momentos sino también en los malos. En las situaciones de
dificultad y de soledad.
Lo más
curioso es que el amor es de esas cosas que no tiene fecha de caducidad. Es
decir, produce el mismo impacto en una persona joven que en un anciano aunque,
evidentemente, se viva de diferente forma. De hecho, son muchas las personas
mayores que tras haber enviudado deciden volver a intentar encontrar el
amor verdadero.
El amor
tiene una vinculación directa con la felicidad hasta el punto de que el propio
Tomás de Aquino, se percató de que el amor es una de las causas
de alegría esenciales a nivel humano. Por ejemplo, cualquier persona se alegra
cuando es correspondida, por el contrario, siente tristeza ante el rechazo, el
dolor y la soledad.
Sin
embargo, el enamoramiento también se puede convertir en una experiencia
muy traumática cuando se transforma en una obsesión que te impide
avanzar a nivel vital. El amor te aporta felicidad, una euforia anímica que
incluso se muestra físicamente ya que tienes más energía y más capacidad de
hacer cosas a lo largo del día. La ilusión es la mejor medicina para el
alma.