NAVIDAD
Aquí estamos, mi amigo,
aún seguimos estando y eso es lo importante.
A pesar de la urgencia, la rutina y el tedio,
y el horario que pesa en cada instante,
aún seguimos estando a la hora precisa
de reponer el alma y renovar la sangre.
El tiempo ha transcurrido con su eterna paciencia,
desde aquella sorpresa son dos mil almanaques.
Usted verá, mi amigo, si hemos sido coherentes
con su vida y su muerte,
o se nos escaparon mayúsculos detalles.
Usted vino y la cosa ya no fue lo que era,
se armó una antología de bondad por el aire,
por usted supimos que el amor era verbo,
por usted comprendimos qué es un semejante.
Después nos olvidamos, Usted sabe mi amigo,
que el olvido es materia de breve aprendizaje
.Después pasaron cosas que dañaron la vida,
renovados desprecios, reiterados desaires,
el odio imperativo que nos cerró las manos,
la injusticia vidente, profeta de los males.
Después fuimos después y no nos dimos cuenta
que estábamos marchando hacia atrás de adelante.
A lo mejor prefiere que empecemos de nuevo
( que a veces es temprano de tanto hacerse tarde)
digo, nacer de nuevo en el nombre de todos,
renacer, que es la forma de volver a la madre.
Es el 2,000 mi amigo, ahora andamos a pilas,
y viajamos por cable,
y nos superponemos en ciudades de hojaldre,
engendramos inventos que lastiman a todos
y estropeamos el aire.
Son pocos los que comen y muchos los que andan
con mañana en el hambre.
Es el 2000 mi amigo, aquella epifanìa,
hoy queda a contramano y por distinta calle.
Hay que armar el pesebre y juntar los pastores,
y llamar a los magos con estrellas fugaces.
Hay que vencer el odio con el sol en el nido
y hacer que la alegría vuelva y se desparrame.
Dos mil años fueron, que no sean en vano,
que cada pueblo sea un Belén memorable,
que Dios regrese a todos y que futuro tenga
la esperanza en la idea y la paz en la sangre.
JORGE SOSA
Felicidades para todos, los cristianos y los no cristianos,
que en definitiva
cuando Él dijo
“todos”,
no se fijó en credos al decirlo.