(2° Fragmento)
El enorme paréntesis de sangre
que abre el Getsemaní
lo cierra el Gólgota;
Aquí concurren todos los dolores…
aquí se juntan las tristezas todas.
Ante la Cruz,
se ve la más doliente
de todas las mujeres pecadoras;
la que habitaba en Mándalo un castillo,
en medio del placer y la deshonra,
la misma que ante el rubio Galileo,
públicamente su vergüenza arroja,
la que con finos bálsamos de oriente,
unge los pies del inviolado y llora…
la que siendo tan mala fue tan bella...
y haciendo penitencia
es más hermosa!
En una gruta cerca del Calvario,
acompaña a la madre Dolorosa,
mientras vibran los golpes del matillo,
sobre su alma que el dolor devora…
por cada golpe que en su oído suena,
la Eterna Madre, se estremece toda.
El dolor del discípulo escogido
está también sobre el Calvario ahora.
Después una cadena interminable de mártires
se extiende y años después en Patmos,
el Apóstol hace su Apocalipsis…
Su grande Obra…
inspirada sin duda en el Calvario,
cuando al sentir que el duelo le devora,
abrazado a la Cruz de su Maestro,
clava en las suyas, sus pupilas hondas…
Se cumple así la augusta profecía
de Simeón, para la Madre hermosa…
ya un séptimo puñal ha taladrado
aquel gran corazón de Redentora…
Parece que en sus húmedas pestañas,
dos lágrimas de plata se interrogan…
y un abismo luminoso y hondo,
de aquellas dos vitalizadas gotas,
se copian el paisaje del Calvario,
y la tristeza y el dolor dialogan.
Ha llegado el momento…
ha sonado por fin la hora de Nona…
El sol apresura su carrera,
huye la luz entrándose a la sombra;
los muertos abandonan su sepulcro,
y las piedras se dan unas con otras…
Se rasga el velo y en aquel instante
dan un grito las águilas medrosas,
y aúllan en los flancos del Calvario;
los leopardos con violencia sorda!
Un gran dolor sacude las entrañas
de la naturaleza sobre el Gólgota,
se cierran unos ojos de violeta…
y unos labios de púrpura y de rosa!
De aquel dolor que dividió los siglos…
brotó la redención...vino la vida
…los doce pescadores recibieron en pago
de sus luchas infinitas,
el dolor,
el martirio, casi todos.
Es el dolor compensación divina,
fecundizada con la doliente
sangre de sus venas,
el lirio del dolor fecunda el alma y
llena de fervor todas las víctimas.
Continuara…
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