Isla de Andrómeda...
Pasado unos días, después del íntimo encuentro de ideales, por parte de los aspirantes en la Isla de Andrómeda "Shun y Albiore", se puede ver que el clima inquietante de torrenciales lluvias, el frio impaciente y de la misma forma, el extremo sol que dia a dia han tenido que soportar los guerreros de este lugar, se puede ver como un dia más, estos jóvenes desatan sus fuerzas físicas en nombre de la Reina Andrómeda, lugar en donde se refleja la maestría del arma de la cadena, sin embargo uno de los enviados del santuario, de atlética figura aparece como de costumbre entre tanto gentío, sin mayor preocupación y fin, quien observando uno a uno de los que entrenan sin dirigir alguna palabra adelanta sus pasos elegantemente arrastrando en el terreno de arena el par de cadenas que como arma de justicia ha querido implementar en sus entrenamientos... Su andar no es pasado en alto por aquellos donde se puede ver como poco a poco los golpes, las travesías y movimientos de cada uno de los habitantes de la península van cesando, como si la presencia del nuevo ente pareciera intimidarlos de algún modo... Así mismo los gritos de furia van disminuyendo, dejando que el solo soplido de las fuertes corrientes del lugar fueran el único sonido que se hace escuchar, de modo que de un momento a otro, los susurros de los observadores adolescentes se precipitan entre rumores al ver al muchacho argentino dirigirse ante el acantilado a admirar la piedra que representa el sacrificio de la misma reina de Andrómeda que según el mito fué brindada para calmar la furia del regente de los mares y océanos ... así uno a uno de ellos se aproximan espectantes a unos metros de la ubicación de este, observándolo con detención tan solo escuchándose bajos rumores en observación...
-jejeje en verdad no los entiendo, he estado un par de meses en este lugar y aún se admiran de mi presencia estos niños, sin nisiquiera dirigirme alguna palabra-
es aquél anunciado silencioso que se escapa de los labios del aspirante al manto del Cefeo de manera que solo un grupo que se encuentra en una distancia prudente puede escuchar
- lo que dices es cierto forastero-
...pareciera responder uno de los que pareciera ser el lider de los demás guerreros, quien se aproxima hasta el encuentro del "nuevo"...
- pero no creen muchachos que el debería haberse presentado cuando pisó nuestra tierras ¿es así?-
....cuestiona al grupo de discipulos que se encuentran a unos metros espectantes de la situación
- ¡Asi es! ...Si señor... no sabemos nada de él... no es tan joven como nosotros como para entrenar ¿de donde vienes viejo?-
...son los cuestionamientos, quejas y dudas que presentan cada uno de los niños que tras el anuncio de su maestro se hacen escuchar. Todas estas palabras parecieran obligar a Albiore a perfilar su cuerpo ante el numeroso grupo de luchadores observando con una clara mirada, serena casi como una muestra de satisfacción ante el primer dialogo entre todos ellos
- En verdad me causa extrañesa, que ustedes se esten preparando para ser caballeros y no les han enseñado modales, de como recibir a alguien que ha venido desde muy lejos a unirse a su entrenamiento -
responde el aspirante de mayor edad quien observa detenidamente uno a uno de los valientes niños que se enfrentan a él, y que sin nada que agregar adelanta sus pasos perdiéndose entre el tumulto de gente
- ¡Espera!-
exclama el maestro de estos, para dirigir su caminata, de donde todos los jóvenes se abren para dar paso a quien los entrena
- Hablas de modales, incluso tú no te haz presentado e incluso decides dejarnos hablando solo ¿acaso de donde vienes no te han enseñado esos modales que tanto te jactas sobre mis alumnos?-
pronuncia este con voz baja pero audible mientras observa las acciones del extranjero las cuales generan gran expectativa tanto en el joven entrenaor, como en el público en general - Es cierto, aunque pensé que no les interesaba, mi nombre es Albiore, vengo del santuario en Grecia, soy aspirante a caballero de plata al servicio de la diosa atena- con gran determinación dicta, donde después nuevamente aquellos rumores que se escuchaban hace un momento atrás se hacen presente, y acompañado de estos, el grupo de guerreros se alejan del aspirante quedando detrás del joven lider
- jhm hace unos años yo fuí enviado del mismo santuario a entrenar a estos jóvenes, más nunca pude presentarme como aspirante a caballero, y he tenido que estar aquí, soportando el duro clima de este lugar, soportando hambre, frio y todo lo que el duro clima de esta isla nos entrega y ahora vienes, a este lugar para convertirte en caballero ¡Es inaúdito!-
exclama con gran molestia, debido al fin con el que Albiore se presenta, un tanto orgullosa, y soberbia sobrellevando el título a quien aspira, como si de un sentimiento de ira, celos invadiera en aquél maestro de la isla de andrómeda
- si de verdad te sientes tan orgulloso de querer ser un caballero de athena ¡Debes demostrarlo en batalla!-
una vez mencionados sus vocablos, las piernas del isleño son flexionadas hacia los lados al mismo tiempo que sus manos son llevadas al frente, siendo la mano izquierda la que cubre su corazón y la derecha la extremidad que protege su rostro
- Te enseñaré que un caballero no precisa tan solo de modales sino de la fuerza de sus puños-
Las palabras de su contrario causan en Albiore una total extrañeza que luego se convierte en una extraña sonrisa llena de entusiasmo
-Que así sea-
dice sin nada mas que acotar a la par que su cuerpo toma aquella postura ya conocida de combate, sus piernas se flexionan levemente y se separan en un ángulo preciso que le brinda mayor estabilidad, mientras su mano derecha se mueve hacia adelante de su cuerpo, a la altura de su hombro, dejando que la punta de sus dedos sostenga firmemente aquella arma que lo representa, quedando tras estos movimientos todo el ambiente lleno de silencio e increíble suspenso ante el que será el primer movimiento de aquel combate por parte de cualquier de los dos jóvenes en aquel lugar
- No ´pretenderás usar tus armas ¿no? eso no seria honorable para estos muchachos -
menciona el joven maestro, mientras que adelanta una de sus piernas posicionando mayor equilibrio sobre el terreno
- No me atreveria, descuida... este será mi primer entrenamiento en este lugar, no será un combate a muerte-
agrega Albiore quien deja caer sus cadenas sobre el terreno dejando que las fuertes corrientes del sitio mesan sus rubios cabellos
- ¡Entonces comencemos!- termina por decir el joven de la isla quien se apróxima rápidamente ante la ubicación del aspirante, para después de unos segundos justo antes de su encuentro, pueda frenar y adelantar su pierna derecha directo al rostro de Albiore-¡Toma esto!-
donde se puede ver como este no se inmuta por aquel movimiento,
- Eres fuerte, pero bastante lento para ser maestro de estos muchachos... demuestrame lo que enseñas entonces... -
menciona calmado, viendo proximo aquel embate por parte de aquel que aspira al manto de Cefeo, por lo cual en su postura, casi ilusoriamente logra moverse centimetros a la izquierda, llegando incluso a posicionarse dando su perfil al moreno isleño, y así viendo pasar su pierna sin encontrar objetivo, le sujeta desde el muslo con ambas manos, y ayudado del mismo impulso creado por el lo usa en su contra levantando su humanidad, para lanzarlo lejos contra el terreno
- Ya basta no quiero hacerte daño-
agrega al momento en que el esbelto cuerpo del isleño cae pudiendo usar una de sus piernas como sostén gracias a su habilidad física que lo caracteriza
- ¿acaso crees que con un misero movimiento demuestras ser digno oponente? ¡Te equivocas!-
añade quien nuevamente se adelanta pero esta vez corriendo en forma de zig zag demostrando el estado físico que lo mantiene activo y resistente a cualquier entrenamiento
"Pero como.."
piensa Albiore al ver como el ímpetu y volunta en batalla de quien se convirtiese en su oponente se aproxima en una velocidad que vas mas alla de un simple guerrero
- Arggg-
exclama el aspirante al recibir un fuerte puñetazo sobre su abdomen, que estando desprevenido en analizar los movimientos de su contrario este pudo asestar sin mayor problema
- ¡Caiste já!-
dicta al verse victorioso por su primer ataque sobre el cuerpo de Albiore, quien ha roto su postura por momentos intentanto volver a ella rápidamente
- Debo felicitarte ¡pero es lo único que alcanzarás a tocar! -
responde con una breve alteración en sus palabras para flexionar ambas piernas y dar un salto elegante, sobre el suelo, y de la misma forma, su contrincante realiza la misma maniobra para que en este caso se puedan enfrentar sobre el aire, y asi se vé como ambos son golpeados sobre diferentes partes del cuerpo, callendo sobre el terreno donde se puede ver como el anfitrión cubre su estómago por el fuerte impacto por parte de Albiore, a diferencia de él que permanece con sus piernas flexionadas sin mayor problema
- Te lo he dicho anteriormente, eres muy fuerte, pero eres lento-
agrega desde su ubicación retomando una postura para nuevamente adelantar su cuerpo para seguir demostrando su habilidad física en batalla...
"Este será mi último golpe"
...y a medida que avanza este pensamiento se marca en su mente, quien sin tener gusto de dañar a nadie, cree que es oportuno demostrar ante los seguidores del lider de los muchachos, la muestra de un aspirante a caballero. Paralelo al avanzar del caballero, un pequeño niño se apróxima ante su maestro quien aún permanece cubriendo su abdomen....
- Maestro, maestro, no debe seguir, es un enfrentamiento sin necesidad-
...habla con una calida voz, uno de los mas pequeños entre todo el grupo de muchachos, quien observa el aparente ataque final por parte de Albiore, quien justo antes del encuentro con su antágono frena con sus piernas, amortiguando la velocidad levantando un manto de polvo de arena gracias a la velocidad que lo conlleva...
- hmmm este pequeño tiene razón-
....cuenta a quien se encuentra en frente...
- Debes levantarte y reunir tus fuerzas para enseñarles a estos pequeños... solo espero que hallas quedado ...-
...sin terminar sus palabras este se aproxima ante el maestro de los muchachos para ayudar a levantarse...
...- tranquilo... la verdad y la justicia no siempre se muestra en batalla amigo... el título, y la armadura no representa la fuerza o el poder de un caballero, tus ideales son tan fuertes como los mios, no dejes que una armadura te diga lo contrario-...
...termina por dictar aquellas sabias palabras, quien pese a ser un aspirante demuestra la voluntad de la justicia en cada uno de sus enfrentamientos como si la misma sabiduria y experiencia que ha llevado en la vida, hoy en dia lo lleva a la practica en cada uno de sus enfrentamientos...
- jóvenes muchachos, sean fuertes guerreros, usen sus puños por la verdad y la justicia, pero más fuerte sea su corazon y el sentimiento de luchar por la verdad, sean caballero o no, sigan leales a sus pensamientos y no dejen que nadie ni nada diga lo contrario, protejan a su entrenador, un maestro quien sin armadura dicta sus leyes con un corazón leal al criterio de la verdad-
...así, después de las claras palabras todos y cada uno de los observadores de tal enfrentamiento se acercan a tomar las cadenas del aspirante a Cefeo entregándoselas como una señal de respeto ante sus sinceras palabras...
- Tome señor, luche por ser un caballero de Athena, les estaremos muy agradecidos si en algún momento regresa a este lugar ya convertido en un caballero-
... asi uno de los niños termina por entregar el arma de Cefeo, quien se puede ver como observa al pequeño recibiendo la última parte de la armadura, de donde un pár de lagrimas se hacen presente comprendiendo el final de aquella misión, disponiendo su horizonte a retornar al santuario, pero esta vez con un solo pensamiento "convertirse en caballero"...
aquí está mi nueva tarea.