*Tras unos minutos la oscuridad de la casa se aclara ante la inminente salida del segundo recinto, las escaleras hacia el tercero son avanzadas con suma determinación por parte de la aspirante a serpentario y, a sus ojos la silueta de un par de pequeños cual guardianes de piedra adornando el umbral del tercer templo se vislumbran “El templo de los gemelos…” expone en sus adentros mientras observa con sumo cuidado las características particulares de los mencionados mellizos, el bien y el mal con el mismo rostro, dos entidades viviendo en una sola…*