Amada Mujer en Victoria
¿Alguna vez a tratado de compararse con mujeres de la Biblia? Yo sí, pero nunca llego a la medida de esas "GRANDES MUJERES" como Rut, Ester, Sara, o María, la madre de Jesús. Me identifico más con la mujer que Jesús se encontró en el pozo, la otra María, María Magdalena, o la mujer en el acto del adulterio; sí, todas las "mujeres pecadoras".
Gracias a Dios por Isaías 1:18, este versículo de las Escrituras es una predicción del Antiguo Testamento de lo que sucede cuando la sangre de Jesús, se aplica a nuestros pecados. La "grana" y el carmesí" en este versículo se refieren a un doble proceso de teñido que se usaba para dar color pemanente a las telas en los tiempos bíblicos; se teñía la lana blanca de un rojo profundo y no se decoloraba, sin importar cuantas veces se lavaba.
Así es como me siento. No importa cuantas duchas me dé, no puedo limpiarme. Mi pecado se había convertido en algo permanente que destruía mi vida. A la edad de catorce años caí en una vida de promiscuidad sexual, drogas, y rock'n'roll.
Anhela amor y aceptación y me casé a la edad de diecisiete años pero en vez de acariciame y cuidarme, mi esposo abusó de mí física y emocionalmente. La mujer del pozo tuvo cinco esposos. Cuando yo tenía veintidós años, ya me había hecho cinco abortos. Mi vida parecía más a la de la mujer que fue tomada en el "mismo acto" del adulterio, que los escribas y los fariseos trajeron a Jesús, que a una mujer de Dios. No me sentía digna de venir a Jesús. De ninguna forma me sentía como una "mujer de propósito"
Un domingo de resurrección de 1989, entré en una maravillosa iglesia y oí que el pastor me decía que yo podía recibir perdón y salvación por gracia. No tenía que hacerlo yo misma . Ese día mis pecados que habían pasado por un doble proceso de tinte permanente color grana, vinieon a ser como la nieve. En los años posteriores pasé por el programa de entrenamiento de Dios dirigido por personas de la iglesia.
Poco sabía yo que Dios me estaba preparando para hablar a millones de mujeres y que sería un instrumento para ayudar a sanar heridas del aborto, las drogas, y la vida pecaminosa. Tampoco sabía que Él también me estaba preparando para ser la esposa de Jim Bakker. Pero estoy empezando a aprender que las personas quebrantadas y heridas son mejores sanadores.
Mujer de Propósito, Jesús puede hacer lo mismo con usted. Uno de los pasajes de las Escrituras más grandiosos y uno de mis favoritos es: "Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora os ha reconciliado en su cuerpo de carne, por medio de la muerte [de Cristo en la cruz], para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de Él" (Col 1:21-22). Sí, Jesús la sanará de su pecado y la hará santa y sin mancha e irreprensible mediante Su sangre, no mediante sus obras. No importa lo que haya hecho, cuando busca y acepta el perdón del Señor, queda limpia. Se hará más blanca que la nieve! Jesús hace la vida nueva. Créalo y recíbalo!
Lori Graham Bakker
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