El Proposito de la Muerte de Jesus
EL PROPOSITO DE LA MUERTE DE JESUS
EN EL GETSEMANI
“De cierto os digo que uno de vosotros, que come conmigo, me va a entregar” (San Marcos 14:18). Estas palabras dichas por Jesús en ocasión de la última cena en la víspera de la crucifixión, expresaban su tristeza por el rechazo y su decepción ante la traición. Después de la cena, Jesús se dirigió al Getsemaní donde “comenzó a entristecerse y a angustiarse” (San Marcos 14:33). ¿Puede imaginar a Cristo, un hombre alegre, de porte vigoroso, positivo, valiente, ahora callado, hundido en sus propios pensamientos, con un temor opresivo plasmado en el resto, y sumido en la congoja? “Mi alma esta muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí y velad” (San Marcos 14:34). Sentía como si tuviera la muerte encima. Su tristeza se iba ahondando. Sentía el peso del pecado de la humanidad. Sus sufrimientos se intensificaban al paso de las horas.
“Velad conmigo”, les pidió a sus discípulos (San Mateo 26:38). Necesitaba que oraran con el y por el. Anhelaba la compañía y necesitaba la simpatía de los suyos en su angustia. El sufrimiento se recrudeció cuando se dio cuenta de que sus discípulos no estaban orando, y peor aun, que estaban dormidos (San Mateo 26:40). Se sintió abandonado, olvidado y despreciado por sus compañeros. Sus sufrimientos ahora procedían de sus más íntimos amigos. “Padre mío, si es posible, pase de mi esta copa” (San Mateo 26:39), fueron palabras agonizantes de lo profundo de un corazón que no deseaba pasar por mas angustias, pero que le esperaba lo peor.