A la media noche llego una turba con linternas y palos, y con Judas al frente para identificar a Jesús con un beso, la señal para tomarlo preso (San Marcos 14:43, 44). “Entonces todos los discípulos, dejándole, huyeron” (San Mateo 26:47-56). Sus amigos, discípulos, a los que tanto amara y enseñara lo abandonaron. Temieron por sus vidas. Huyeron tratando de salvarse a si mismos. Jesús quedo solo en manos de una turba enfurecida, que lo llevo para ser juzgado por los hombres.
“Entonces, la compañía de soldados, el tribuno y los alguaciles de los judíos, prendieron a Jesús y le ataron” (San Juan 18:12). Con las manos atadas y entre una turba que lo insultaba y lo amenazaba de muerte, fue llevado a Anas, a Caifás, a Pilato y a Herodes.
Herodes lo trato peor que los demás (San Lucas 23:11). Lo menosprecio, lo trato como se trata a lo mas bajo mientras comparecía ante Herodes, “uno de los alguaciles, que estaba allí, le dio [a Jesús] una bofetada” (San Juan 18:22). Esa bofetada tuvo que haber estremecido su rostro y causado bastante dolor. Luego le pusieron una corona de espinas (San Marcos 15:17). Las púas de esta corona eran largas, puntiagudas y rígidas; esas espinas hirieron su cabeza y la sangre corrió libremente sobre sus cabellos y su barba. Se burlaron de el, le vendaron los ojos, le golpearon el rostro y burlonamente le preguntaron quien le había pegado (San Lucas 22:63, 64). Después tomaron una caña y le golpearon en la cabeza, haciendo que las espinas penetraran aun mas en sus sienes, y mofándose se postraban delante de el para ridiculizarlo como rey de los judíos mientras otros le escupían el rostro (San Marcos15:19).
El mas cruel de los castigos fue las dos raciones de azotes que recibió (San Juan 19:1; San Lucas 23:16). La perdida de sangre, el dolor intenso y la severidad de los latigazos tenían que haber dejado a Jesús casi desmayado. La espalda estaba en carne viva. La falta de agua y alimento, la falta de sueño, el haber sido obligado a caminar unas 2 millas (4 kilómetros) de un lugar a otro, y la agonía mental, le causaron un agotamiento físico muy serio.