Misión del Cristiano
Por más que aspire a celestial ventura, el alma que se siente redimida, de la misión que tiene no se olvida, y terminarla con amor procura.
Mientras su paso por el mundo dura, de todo lo benéfico se cuida, la lucha con el mal no le intimida y es para todos luz, solaz, dulzura.
Sembrando el bien con fervoroso anhelo, arrancará si puede los abrojos, sin olvidar la tierra por el cielo.
Y aunque excite del mundo los enojos, ni a noble causa negara su celo, ni al sufrimiento cerrará sus ojos.
-- Carlos Araujo --
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