En espera de conflictos 2 Corintios 4.5-10
Contrariamente a lo que enseña una popular pero pésima teología, la salvación no garantiza una vida fácil. Es tentador presentar al cristianismo como un refugio seguro mientras pasa el torbellino, y después abrir la puerta para que entren la alegría y las bendiciones, pero no los problemas.
Esa clase de religión se vende bien en el mundo, pero es totalmente irreal. La verdad es que los cristianos no podemos evitar los conflictos o ser ridiculizados.
Los principios bíblicos que para nosotros son tan valiosos, les parecen una necedad a los incrédulos. Además, defender nuestra fe y compartir el evangelio generalmente atrae las críticas o la irritación de los oyentes. Pero la Biblia aconseja no quedarnos callados y armonizar (Mt 5.14, 15).
En realidad, debemos dar cabida a los desencuentros como una manera de desarrollar nuestra fe. Piense en esto: el cristianismo recibió ese nombre por el hombre que retó al statu quo de una manera tal, que los líderes religiosos exigieron su muerte.
Jesucristo estuvo en el centro de la controversia durante su ministerio, y muy probablemente durante toda su vida. Es por eso que el registro bíblico lo presenta generalmente escabullándose para pasar un tiempo a solas con Dios Padre, para buscar su dirección y recibir fortaleza.
Aunque Jesús era totalmente Dios, también era totalmente humano. Él supo lo que era dolor agudo del rechazo, y el temor, al igual que nosotros (He 4.15).
Como creyentes, hemos sido llamados a ser pacificadores, pero eso no significa aislarnos de todos los que combaten a la iglesia. Aceptemos el conflicto como inevitable, y acerquémonos a ellos, de todas maneras.
Usted puede tener un gran impacto simplemente siendo la persona que Dios le llamó a ser: un testigo de Cristo
Dr. Charles F. Stanley
Padre amado en el nombre de Tu Hijo Jesucristo, te ruego que cada uno de nosotros tus hijos seamos responsables y diligentes en escudriñar tu Palabra, porque esa es nuestra única arma de doble filo a la hora de un conflicto, que podamos defender nuestra fe, con la confianza que tu Santo Espíritu nos hará recordar Tu Palabra para reponder a cualquier combate pacificamente y poder demostrar al mundo que si somos testigos de Cristo, para tu gloria y Tu honra Amén y amén
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