Proverbios 23:7:  “Como un hombre piensa, tal es su vida.” El primer y más formidable obstáculo que usted debe enfrentar en el camino al éxito es USTED MISMO.  El éxito no depende de la edad, el color, la suerte, la apariencia, o de cualquiera de los cientos de otros factores míticos que usted oye diariamente en los bares por todo el país.   En breve, el éxito no es un accidente. Como hijo de pacto de Dios, es tiempo de despertar al hecho que Dios lo creó a USTED para la realización. Él lo diseñó para el éxito y lo dotó con las semillas de la grandeza para ser alguien que alcanza metas en la vida para Su gloria. El éxito en la vida depende de USTED.  Depende de SU relación con Dios, de SUS actitudes hacia la vida, de SU sistema de creencia ¡y de los pensamientos, palabras, y acciones que usted elige para que gobiernen su vida diariamente!  Usted es simplemente la persona que moldea su propio destino. Cualquier camino que elige en su vida será una libre elección.  Usted ha tomado esa decisión para mejor o para peor. Basados en la ley del Génesis, la ley de Dios de la siembra y la cosecha, ¡usted siempre cosecha de acuerdo con lo que siembra!  Si no le gusta la cosecha que está obteniendo en la vida, ¡entonces debe cambiar las semillas que está plantando! No hay nadie más responsable por el fracaso o por el éxito, excepto usted.  Mírese bien en el espejo.  ¡Esa persona es aquella cuyas ACTITUDES y ACCIONES diarias están ahora formando la dirección y el destino de su vida! El éxito no “sucede” solo – tiene que ponerlo en movimiento con el pensamiento correcto, la creencia correcta y las acciones correctas. El Fracaso nunca es Fatal El ex-presidente Harry Truman de los Estados Unidos tenía una placa en su escritorio en la Casa Blanca que decía:  “La responsabilidad para algo no puede ser evitada”.  Haga de esto su determinación en el camino al éxito. No culpe, como la mayoría lo hacen, a las fuerzas externas cada vez que las cosas andan mal en su vida.  Tome responsabilidad personal para su vida porque de alguna manera, en alguna parte, a través de la falta de visión, el pensamiento negativo, la pobre planificación, la falta de oración, la falta de acción, el miedo, el postergar las cosas, las asociaciones negligentes, o mil otras razones, es culpa suya por qué falló en el pasado y de nadie más. ¡La buena noticia es que el fracaso nunca es fatal ni final!  Recuerde: ¡Su pasado no es la profecía de su futuro! ¡Como creyente nacido de nuevo, Jesucristo es su Señor y Salvador, y Dios es su fuente para la total prosperidad de la vida!  Cuando usted elige servir diligentemente al Señor y buscar primero el reino de Dios y Su justicia, entonces el favor de Dios estará con usted. El Poder de la Elección Un importante factor en su éxito es reconocer que Dios le ha dado el poder de decidir y todo lo que usted necesita para alcanzar su máximo potencial en la vida. Usted está encargado de decidir su destino y formar su futuro.  No tiene que tener el permiso de nadie para cambiar su vida.  No tiene que quedarse enganchado en el mismo trabajo que odia.  No tiene que vivir en la misma ciudad ni asociarse con las mismas personas con las que está conectado ahora.  Si siente que debería estar en alguna otra parte o haciendo algo diferente, puede hacer el cambio sin pedirle permiso a nadie. ¡La única persona que tiene algún poder para frenarlo es USTED!  Al abandonar el espíritu de temor, de inseguridades, y limitaciones auto-impuestas, se mete en el camino de su propio éxito.  Por lo tanto conquistar su propio patrón mental es el primer y mayor paso para avanzar en la vida. Quitando los Límites Filipenses 4:13 dice:  “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.”  Los lugares más tristes en la tierra son los cementerios.  No porque la gente está sepultada allí, sino porque sueños, talentos y propósitos que nunca llegaron a ser fructíferos están sepultados allí.  Los cementerios están llenos de libros que nunca fueron escritos, canciones que nunca fueron cantadas, palabras que nunca fueron habladas, cosas que nunca fueron hechas. Asegúrese de que SUS sueños no terminen allí. Usted tiene talentos y dones que nadie más puede ofrecer dados por Dios.  Hay cosas que usted puede hacer que nadie más es capaz de hacerlas de la manera que usted las hace.

Levántese con un nuevo espíritu de fe y entre a la plenitud de lo que Dios tiene almacenado para usted este año.  ¡Quite todos los límites de usted mismo y sea todo lo que usted puede ser en el año próximo!  Asegúrese de hacer valer su vida – lo MEJOR aún está por venir.

En el dulce amor de Cristo.......

Yoly Urbina