Belleza en lugar
de ceniza.
“A ordenar que
los afligidos de
Sión se les dé
gloria en lugar
de ceniza.”
(Isaías 61:3)
Miles de
personas han
sido dañadas
severamente en
sus vidas.
Vienen de
relaciones
quebrantadas o
de experiencias
de abuso,
que todavía
tienen
consecuencias
negativas en sus
vidas.
Dios quiere
enviar el viento
del Espíritu
Santo a nosotros
(Hechos 2.1-4),
para remover las
cenizas que han
quedado del
intento de
Satanás por
destruirnos,
y para cambiar
las cenizas por
belleza.
El Señor me ha
enseñado que el
fruto que es
constantemente
malo viene de
raíces malas.
No importa
cuánto tratemos
de deshacernos
del fruto malo,
si las raíces no
se sanan,
continuarán
dando frutos
malos en otro
lugar.
Dios nos ha
creado para ser
amados, Él
quiere amarnos;
quiere que nos
amamos
los unos a los
otros, que
sintamos amor y
nos aceptemos a
nosotros mismos.
Sin este
fundamento de
amor y
aceptación, no
tendremos gozo
ni paz.
Algunos de
nosotros
necesitamos ser
transplantados.
Si comenzamos en
tierra mala,
Jesús nos
transplantará
para que
tengamos raíces
y fundamento en
su amor,
como enseña la
Biblia.
Tú sabes que
eres de valor,
única, amada y
especial. Cuando
tienes este
cimiento y estas
raíces,
produces fruto
bueno.
Pide a Dios que
cambie tus
cenizas en
belleza.
Di esto:
“Fui creada para
el amor. Dios me
ama y quiere que
yo lo ame, que
ame a otros,
que me ame y
acepte a mí
misma.”
Joyce Meyer
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