¿Por qué
existe el
dolor?
Mucho dolor
hay, sin
duda, en el
mundo.
Tal vez
usted piense
que nadie
conoce la
magnitud de
sus
sufrimientos,
O que a
nadie le
interesa que
los hombres
sufran. Pero
no es así.
Hay Quien lo
conoce todo.
Aun nuestros
más
profundos
dolores.
Todo dolor
tiene una
razón de
ser.
Cada dolor
nos ofrece
la
posibilidad
de obtener
algún
provecho.
Ningún dolor
es gratuito.
¿Qué es lo
que el dolor
puede
enseñarnos?
C.S. Lewis
dijo:
“Dios nos
susurra en
nuestros
placeres,
nos habla en
nuestra
conciencia,
pero nos
grita en
nuestros
dolores.”
Hay algo que
Dios busca
decirnos
desde hace
tiempo, pero
no le
prestamos
oído.
Muchos
dolores
hemos
sufrido,
pero rara
vez nos
hemos
preguntado
qué quiere
decirnos
Dios con
ellos.
Dios nos ha
susurrado y
nos ha
hablado de
muchas
maneras.
A través de
los
sufrimientos,
nos está
alertando
–como si
gritase–
acerca del
peligro que
corremos si
no nos
volvemos a
Él.
La vida
ofrece
muchas voces
que quieren
hacerse oír.
Pero,
¿podemos
oír, entre
todas ellas,
la voz de
Dios?
Dios nos
está
diciendo que
hagamos un
alto en
nuestra
vida, y que
pensemos en
las cosas
eternas.
Mucho hemos
invertido en
las cosas de
esta vida,
sin atender
las que
realmente
necesita
nuestra
alma.
El alma se
entretiene
en lo que no
sacia, y se
afana en lo
que perece.
Dios nos
invita a
mirar las
cosas que no
se ven,
“pues las
cosas que se
ven son
temporales,
pero las que
no se ven
son
eternas.”
Dios quiere
salvarnos
por creer en
aquellos
cosas que
nunca hemos
visto, pero
que son
verdaderas.
Por ejemplo,
ésta:
Que
Jesucristo
murió en la
cruz por
nosotros,
derramó su
sangre para
limpiarnos
de nuestros
pecados
y
reconciliarnos
con Dios.
Es preciso
creer en el
Hijo de
Dios.
Es preciso
recibirle en
el corazón
para que Él
produzca un
cambio en
nuestra
vida.
Es necesario
nacer de
nuevo.
Y esto es
posible sólo
por creer en
el Señor
Jesucristo.
Dios nos ama
tanto, de
tal manera,
que utiliza
nuestros
dolores para
atraernos.
Que su dolor
no sea en
vano.
Escuche lo
que Dios le
está
diciendo y
vuélvase a
Él.
AGUAS VIVAS
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