En Su Presencia
Cuando estamos agotados de hacer el bien, y nos sentimos emocionalmente acabados, qué relajante y rejuvenecedor es llegarnos a la presencia de Dios. Su Espíritu Santo, el Consolador, calma nuestros temores y procupaciones. Nuestras frustraciones se deschacen al recordar Su providencia y Su amor. Un tiempo a solas con el Señor es una de las bendiciones más maravillosas de la vida. En ese momento podemos reenfocar nuestras prioridades y buscar su voluntad con renovado fervor. La Palabra de Dios nos enseña Su bondad y Su misericordia, y obtenemos un destello de Su inimaginable Gloria que se encuentra en sus páginas. El cristiano debe apartar tiempo, a fin de poder orar a Dios, escudriñar las Escrituras en busca de la orientaqción del Señor, y para meditar en Sus enseñanzas. Los momentos de intimidad diaria con el Señor mantienen al creyente en una correcta relación con Él, y le permiten al Padre celestial conducir a Sus hijos a una vida que finalmente glorifica a Cristo. Al comenzar el nuevo día, saque tiempo para estar a solas con Dios. Pídale que le muestre nuevas verdades en Su Palabra, y que le dé una nueva percepción que le permita encontrar respuesta a los problemas de su vida. Dr. Charles F. Stanley
Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos, Escogería antes estar a la puerta de la casa de mi Dios que habitar en las moradas de maldad. Porque sol y escudo es Jehová Dios Gracia y gloria dará Jehová No quitará el bien a los que andan en integridad Salmo 84:10-11
Dios sea propicio a ti,
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