Amadas hermanas
En vez de preocuparnos, aliméntemonos con la Palabra de Dios
y aplíquemosla a nuestra vida. Esforcemos a crecer en la
sabiduría de Dios todos los días. Mantengamos centradas en
los valores eternos. Trácemonos la meta de saludar un día a
nuestro Salvador que nos espera, con un corazón sabio, en vez
de un corazón lleno de ansiedad.
La preocupación arroja una gran sombra
detrás de algo pequeño.
Enséñanos a contar de talmodonuestros
días, que traigamos alcorazón sabiduría
Salmo 90:12
Los amo en el amor de Cristo Jesús,
Perla