La Biblia es el libro más maravilloso que se ha escrito. Dios utilizó seres humanos para poner en papel sus pensamientos y sus palabras, para que pudiéramos conocerlo (2 P 1.20, 21).
Aquél que creó al universo con su palabra, sigue hablando hoy con el mismo poder a través de las páginas de la Biblia que usted tiene en sus manos.
En el momento de la salvación, los creyentes reciben el Espíritu Santo, y se abren las líneas de comunicación con el Señor. Siempre que leen la Escritura, los hijos de Dios son capaces de oír su voz, y el Espíritu los capacita para entender y aplicar lo que han oído.
El Señor dice que su Palabra es tan efectiva, que ella siempre cumple el propósito para el cual la envía (Is 55.10, 11).
La Biblia no es sólo un buen libro de consoladores versículos. Está viva y activa, y actúa en los creyentes (cf. 1 Ts 2.13). La Palabra de Dios tiene el poder de cambiar nuestra vida, si creemos en el Señor y hacemos lo que Él dice. Dios usa la Escritura para transformarnos a fondo. Su Palabra es como una espada que traspasa el corazón y juzga los pensamientos y las intenciones, arrojando luz a las tinieblas que hay en nuestra alma. Este libro nos dice no sólo quién es Dios, sino también quiénes somos nosotros.
A veces, los problemas de la vida pueden ensordecer nuestros “oídos” espirituales. Por eso, antes de leer la Biblia, pídale a Dios que le ayude a escuchar y a entender lo que Él dice. Si usted crece y obedece, su oído espiritual se volverá más sensible, y su tiempo con las Escrituras será una conversación íntima con el Señor.
Dr. Charles F.Stanley
La biblianosmuestra el carácter de Cristo, de manera que podamos ser transformados a Su imagen y semejanza.
Santiago 1:23 Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural.
24 Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era.
25 Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace.
La Palabra de Dios nos libera, para que guardemos susd preceptos por compulsión interna.
Dios los bendiga