Confía y Sigue Adelante
Moisés recibió instrucciones claras cuando Dios le habló desde la zarza ardiente; "y te enviaré a Faraón, para que saques de Egipto a mi pueblo, los hijos de Israel" (Éxodo 3:10). Moisés debatió con Dios concerniente a su tarea y empujó a Dios al límite de Su paciencia: "Entonces Jehová se enojó contra Moisés" (Éxodo 4:14).
Pero, cuando comenzó a seguirle, Moisés mantuvo una relación íntima con Dios y fue un testigo de Su mano poderosa en diferentes maneras. Dios trabajó a través de Moisés para traer plagas en contra de los Egipcios y milagrosamente sacó a los Israelitas de Egipto. De la manera que empezó su viaje en el desierto, Moisés vio más del poder de Dios; "De día, el Señor iba al frente de ellos en una columna de nube para indicarles el camino; de noche, los alumbraba con una columna de fuego" (Éxodo 13:21).
Cuando los Israelitas iban llegando al mar rojo, Faraón y "sus funcionarios cambiaron de parecer" (Éxodo 14:5) y mandaron cada carruaje para traer de regreso a los Israelitas. Sin ninguna ruta de escape en vista, y con la fuerza armada de Egipto acercándose, las personas clamaron a Dios. Moisés trató de calmar a la gente, "Ustedes quédense quietos, que el Señor presentará batalla por ustedes" (Éxodo 14:14), pero quedar quieto no era el plan de Dios.
Éxodo 14:15-16 "Pero el Señor le dijo a Moisés: ¿Por qué clamas a mí? ¡Ordena a los israelitas que se pongan en marcha! Y tú, levanta tu vara, extiende tu brazo sobre el mar y divide las aguas, para que los israelitas lo crucen sobre terreno seco."
Dios había estado en una cerca comunión con Moisés. El le había dado Su dirección y demostrado Su impresionante poder. Ahora en este momento de crisis, Dios esperaba que Moisés supiera que hacer: "Porque estas clamando a mi...sigue adelante!"
Tenemos que buscar Su voluntad con diligencia y en quietud preparar nuestra vida para seguirle a donde nos dirija; "Quédense quietos, reconozcan que yo soy Dios" (Salmo 46:10). Pero no podemos permitir que nuestra calma nos inmovilice: "Quien vigila al viento, no siembra; quien contempla las nubes, no cosecha" (Eclesiastés 11:4). Las condiciones nunca serán perfectas y nunca nos sentiremos completamente preparados (cuidado de sobre analizar su misión). Al final tenemos que recordar que: "Si Dios está de nuestra parte, ¿quién puede estar en contra nuestra?" (Romanos 8:31).
Siempre vendrán momentos en los que Dios esperará que nosotros demostremos la fe en lo que El ya ha proveído. Preparémonos para esos momentos, acercandonos a Dios y aprendiendo a confiar en SU habilidad. Vivamos con una fe activa de tal manera que cuando sabemos de Su poder, sabemos de Su provisión y sabemos de Su dirección, seremos capaces de confiar y seguir adelante.
Que tenga un buen día!
Steve Troxel
Padre en el nombre de Tu Hijo Jesucristo fortalece nuestra fe, ayudanos en nuestra incredulidad, que seamos valientes y esforzados, que usemos las armas que tu nos has dado para pelear las buenas batallas, que tengamos la plena seguridad y confianza que nunca estamos solos, que Tú vas adelante peleando por nosotros y defendiendonos, destruyendo al devorador por nosotros, que nuestro escudo de la fe siempre lo tengamos muy en alto, porque Tú eres nuestro escudo donde se apagan los dardos de fuego del maligno y ninguna arma forjada contra nosotros prosperará. Tus ángeles acampan alrededor de nosotros y nos llevan de la mano para que nuestros pies no tropiecen en piedra. El enemigo de nuestras almas tiene un poder límitado y sus victorias son temporales y superficiales, contigo tenemos una victoria total, absoluta que Cristo nos dió a través de la Cruz y hoy somo hijos de un Dios Todopoderoso, Inmutable y Soberano, y así como recibimos lo bueno con alegria, con mayor alegria recibimos las pruebas porque contigo somos más que victoriosos.y es cuando vemos tu mano poderosa, tu poder, tu gracia, tu misericordia y tu inmenso amor hacia nosotros. Amén En su Amor y mi amor,
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