“Estad quietos y conoced que yo soy Dios.” (Salmo 46.10)
Uno de los mandamiento más extraordinarios
que Dios le da al hombre es: “Estad quietos”
(Salmo 46.10)
Nuestra actividad, cuando nace del a carne,
en realidad impiede que Dios se muestre
con fuerza en nuestras vidas.
Esto no significaque seamos pasivos o flojos.
Significa que debemos hacer todo lo que Dios guíe
a hacer, pero sin tratar de ir delante de Él
confiando en nuestro proprio esfuerzo.
Tenemos que someter nuestra ideas y nuestros
planes a Dios, reducir la velocidad, y esperar.
Asegúrate de que haya un sentido de paz que
acompañe tus planes y tus ideas. Pide al Señor
que te muestre su voluntad para tu vida,
quédate quieto, y reconoce que Él es Dios.
Aprende a confiar en el Señor, sin tener que
saber lo que Él va hacer,cuándo lo va a hacer,
y cómo lo va a hacer. Simplesmente deja que lo haga.
Si inclinas tu corazón hacia Él en confianza amorosa,
Él hará lo que es necesario.
Dios da lo máximo y lo mejor a los que han confiado en Él.
Quédate tranquilo y permite que Él se manifieste
en tu vida con su fuerza.Haz esto:
Mantene quieta y reconoce que Él es Dios. Confía
en la promesa de que, mientras tú esperas en Él,
nunca te fallará o te decepcionará.
Joyce Meyer