Para acercarte a Dios, ama a los demás
Para permanecer en la presencia de Dios, habla amablemente y nunca difundas rumores ni desacredites a tu prójimo.
Salmo 15:3 El que no calumnia con su lengua, Ni hace mal al prójimo, Ni admite reproche alguno contra su vecino.
En el Salmo 15 David le pregunta a Dios sobre las cualidades que se necesitan para morar en su tabernáculo (v,1). La respuesta divina revela que el "morar" en la presencia y los propósitos divinos require la voluntad de demostrar una estrecha relación con los demás.
Para tener una estrecha relación con Dios debes decidirte a conducir tu vida manteniendo relaciones correctas con los demás! Dios le dice a David: 1) Que hable misericordiosamente de su prójimo: 2) Que nunca murmure o diga algo que destruya la reputación ajena. 3) Que nunca lastime a otra persona en manera alguna. 4) Finalmente, Dios le advierte a David que no "reproche" a su prójimo. "Reprochar: significa "echar la culpa, desacreditar, desgraciar o avergonzar".
Si el Antiguo Testamento enseña que para satisfacer nuestro deseo de acercarnos a Dios debermos darle prioridad a nuestro amor por los demás, el mandamiento neotestamentario de "amar al prójimo como a nosotros mismos" (Ro 13.9) es ciertamente vital para nuestra actual relación con el Padre celestial.
Demos Shakarian
Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado. Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos. Juan 15:12-13 La piedad puede ser resumida en tres palabras claves: amor, obediencia y unidad. Al vivir en piedad aprendemos a amar y obedecer la voluntad de Dios y adoptamos Su Palabra como nuestra única regla de conducta. Dios sea propicio a ti,
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