Cómo identificar la inseguridad Salmo 139.13-16
Permítame pedirle que haga lo que pudiera ser un ejercicio desagradable. Examinemos lo que comúnmente dicen de sí mismas las personas inseguras. Al leer cada una de estas afirmaciones, hágase esta pregunta: ¿Pienso yo igual?
Las personas inseguras hacen comentarios como estos: • ¿Para qué molestarme en intentarlo? Nunca lo haré bien. • Todo el mundo me está observando, esperando que quede en ridículo. • Soy un fracasado. • Soy una persona fea, y la gente se horroriza cuando me ve. • No puedo ganar. No soy más que un perdedor. • Soy incompetente en todo. • Nadie podrá jamás hablar bien de mí. • He fracasado antes; quien fracasa una vez, fracasará siempre. • No veo cómo alguien pudiera alguna vez aprobarme, respetarme o aceptarme. • No merezco ser tratado bien. • No encajo aquí, ni en ninguna otra parte. • Todo el mundo se ve tan equilibrado, menos yo. • Soy una persona incompleta, y nada podrá cambiar eso. • ¿Por qué habría de importarle a alguien lo que yo piense? • A nadie le interesa lo que pienso, o lo que siento. • Las personas son buenas conmigo, sólo cuando quieren algo de mí.
¿Le parecen ciertas algunas de las afirmaciones anteriores? Piense honestamente en las que captaron su atención; luego, lleve esos temores específicos al Señor, y permita que Él le muestre su verdad en cada una de esas áreas. Dios quiere hacerle libre de todo lo que obstaculice su desarrollo espiritual.
Dr. Charles F. Stanley
Ahora, así dice Jehová, Creador tuyo, oh Jacob, y Formador tuyo, oh Israel: No temas, porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú. Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; Y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti. Isaías 41:1-2
Porque a mis ojos fuiste de gran estima, fuiste honorable y yo te amé; daré pues, hombres por ti, y naciones por tu vida. No temas porque yo estoy contigo... ( Is 43.4,5a) Somos personas valiosas, valemos la sangre de Cordero (Jesucristo) y somos de alta estima para Dios. NOs cuida como a niña de Sus ojos ¿Y quién puede tocar la niña de Sus ojos?
En Su amor y mi amor,
|