Reconstruir los muros
Léase Nehemías 1.1-4
Cuando oí estas palabras me senté y lloré, hice duelo por algunos días, ayuné y oré delante del Dios de los cielos.
-Nehemías 1.4 (RVR)
Nehemías estaba profundamente triste al descubrir que su amada Jerusalén yacía en ruinas. La ciudad santa de Dios no era otra cosa sino muros derribados y puertas quemadas. Angustiado por la destrucción, Nehemías lloró.
Cada uno de nosotros/as hemos experimentado el dolor. Nos hemos sentido agobiados por las circunstancias de la vida: la pérdida de un empleo, una relación rota, un diagnóstico serio- momentos cuando la esperanza de renovación parece un cuento de hadas.
Pero Nehemías no se dejó dominar por sus lágrimas. Cambió su lamento en acción. Pudo haber mirado los montones de escombros que cubrían su ciudad de origen, y permitir que su dolor le impidiera ver cualquier esperanza de restauración. En cambio, Nehemías escogió reconstruir.
Cuando nos enfrentamos a la tribulación, es fácil rendirnos y hundirnos. Pero Dios nos llama a una vida de esperanza. El Señor desea que de la destrucción pueda surgir la restauración. Sigamos el ejemplo de Nehemías y comencemos a reconstruir.
Sa. Hallie Logan (Ohio, EUA)
Oración:
Oh Dios, gracias por llorar con nosotros y, por darnos después el valor para comenzar a reedificar. Amén.
Pensamiento para el Día
Aun en nuestra desesperación, Dios hace bruillar una luz de esperanza.
♥♥♥ ♥♥♥ ♥♥♥
OREMOS:
Por quienes luchan con la depresión.
Que tengas un hermoso día
Perla
|