Las grandes multitudes rodearon a Jesús cuando estaba cerca del lago; entonces, Jesús comenzó a enseñarles y les dijo:
"Un sembrador salió a los campos a sembrar, algunas semillas cayeron en el camino y las aves bajaron y se las comieron; otras cayeron en pedregales pero se secaron porque les faltaba humedad; otras semillas cayeron entre los cardos y zarzas pero los cardos y las zarzas eran mas altos y gruesos y las ahogaron; pero el resto de las semillas cayeron en buena tierra, y crecieron y dieron una buena cosecha; por cada semilla sembrada se recogieron cien semillas"
Cuando Jesús se quedó solo con sus discípulos ellos le pidieron que les explicara la parábola (enseñanza). El les dijo que la semilla representaba sus palabras.
Algunas de sus palabras son oídas por personas de corazón duro, que se niegan a creer y son como las semillas que se comieron las aves.
Otras personas a las que Jesús les habla, intentan obedecerle durante un tiempo, pero tan pronto se encuentran en problemas, se apartan de Él, son como las semillas que cayeron entre las piedras.
Otras personas oyen la predicación y se alegran pero después se preocupan más de su dinero, de sus casa y de sus placeres que de las cosas de Dios, esas son las semillas que cayeron entre los cardos y se ahogaron.
Pero hay algunas personas que escuchan con atención todo lo que Jesús dice y se acuerdan de ello, y todos los días tratan de obedecer; estas personas son como la buena tierra, donde las semillas crecieron bien y hubo una cosecha tan abundante que el sembrador se quedó maravillado.
Historias de la Biblia
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