En segundo lugar, las decisiones que Dios le pide que tome, generalmente requieren fortaleza y sabiduría más allá de sus fuerzas. Algunas decisiones pueden incluso cambiar su vida y, por tanto, hacer que se sienta abrumado. Todo esto es con el fin de que usted se vuelva a Él y busque su clara dirección para saber que hacer (Pr 4.10-12), y su abundante provisión para todas sus necesidades (Fil 4.19). El Señor ha de mover cielo y tierra para mostrarle su voluntad y para ayudarle a cumplirla.
Así que, ore, búsquele por medio de su Palabra y confíe en Él, incluso si esas instrucciones parecieran contradecir lalógica humana. Puede tener la confianza de que Él siempre le mostrará el camino por el que debe andar, y que le proveerá de todo lo necesario para que usted tenga éxito.
En tercer lugar, usted puede confiar en que el Espíritu Santo es su ayudador fiel, su consejero en cada paso del camino. Él le ayuda a orar, a entender su Palabra, le redarguye de pecado, y le ayuda adiscernir lo que es mejor para su vida (Jn 14.16-18, 26; 16.8-13). El Espíritu Santo también le equipa,y le da la energía física y la perseverancia espiritual para que cumpla todo lo que Él ha planeado. Porque con la presencia del Espíritu, usted tiene la victoria garantizada.
Finalmente, cuando usted sirve a Dios puede estar seguro que Él trabajará a través de su obediencia en una forma maravillosa y positiva. Aunque pueda resultarle imposible ver como el Señor puede usar lo que Él le ha llamado a hacer, usted puede obedecerle con el gozo y la confianza de saber que Él está llevando a cabo algo extraordinario.
Muchos creyentes no saben qué esperar de su vida cristiana y se desaniman terriblemente cuando les asaltan las pruebas. Pero al tener estos principios en mente, podrá hallar el valor y la fe necesarios para sobreponerse al desánimo. Nada acontecerá en su vida, a menos que la mano perfecta y amorosa de Dios lo permita.
Recuerde que el Señor ha prometido usar la adversidad como herramienta para acercarle más a Él. Permítale hacer de usted la persona para la cual fue creada. Él ha prometido que le dará dirección clara, y la abundante provisión que usted necesita para tener éxito en el llamado que ha recibido. El Espíritu Santo le acompaña en cada paso de la jornada; de manera que puede estar absolutamente seguro que el Señor utilizará su servicio a Él de una manera maravillosa.
Nadie le ama tanto como Dios le ama. Cuando Él nos dirige, no tenemos que preocuparnos jamás de que nuestro camino no sea perfecto. Podemos estar seguros que éste nos llevará a una íntima comunión con Dios. Así que, confíe en el Señor con todo su corazón y reconózcalo en todo lo que hace. Él le bendecirá abundantemente cuando le busque y le sirva obedientemente.
Sinceramente,
Charles F. Stanley