Más que lirios, Señor, nos comparaste, Al hablar del cuidado que nos tienes. Mas que lirios, Señor, de tal belleza, Aunque indignos, Señor, Tú nos sostienes.
¿Es posible que a lirios nos compares, Si en los lirios tu belleza resplandeces?. Si en nosotros, de los pies a la cabeza, Solo hay llagas, pecados, y sandeces.
¿Qué te mueve, oh Dios, para que un día, Pensaras en salir a nuestro encuentro, Mandándonos al Santo de los Santos, Para saldar la deuda que tenemos?.
Son tus ojos, Señor, con que nos miras, Tu gran amor, Oh Dios, que es insondable, Tu no abandonas jamás a tus criaturas, Pues nos hiciste a la forma de tu imagen.
Siendo ahora unas nuevas criaturas, Limpiadas y lavadas con tu sangre, Pido, Oh Dios, que en el resto de la vida, Viva sólo para gloria de tu Nombre.
Juan Antonio Pérez Martínez De Camas (Sevilla) España
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