Equipado para la batalla
Para ganar una guerra, hay que reconocer que se está en ella
Jesús nunca nos dijo que la vida cristiana sería fácil. De hecho, nos advirtió lo contrario. En Juan 16.33, Él aseveró solemnemente: "En el mundo tendréis aflicción". La historia de la iglesia y el testimonio de nuestras vidas muestran que esto es así.
Cada mañana, cuando usted y yo nos despertamos, estamos en una guerra. Muchos creyentes simplemente no toman en serio esta realidad. Sin embargo, cuando hablamos de guerra espiritual debemos recordar que cada día vivimos en medio de una batalla real y personal que debemos enfrentar.
No reconocerlo resulta en una derrota constante y dolorosa. Los cristianos nos sentimos confundidos y desmoralizados, porque no entendemos por qué seguimos fracasando espiritualmente. Justo cuando creemos que hemos vencido algo, esto se yergue de nuevo para derrotarnos.
tomados desprevenidos
Una de las principales razones por la que los creyentes son derrotados, es porque el enemigo los toma totalmente desprevenidos. Estos creyentes simplemente pasan sus días sin darse cuenta de la guerra que se libra en sus vidas. Al mismo tiempo, cuestionan la Palabra de Dios, diciendo: "Señor, si este Libro es todo lo que dices que es, y si el evangelio es tan poderoso como has prometido, ¿porqué, entonces, no está funcionando en mi vida?"
El problema no es que a la Palabra de Dios le falta poder, sino que muchas veces no reconocemos la intensa batalla espiritual que hay alrededor de nosotros. Estamos en guerra, y es una lucha por nuestras vidas, no nuestra vida física, sino por nuestra vida espiritual. La única manera de sobrevivir a este conflicto es preparándose para la batalla.
Dr.Charles Stanley
Se está librandouna batalla... ¿Estamos armados para tomar la ofensiva en la confrontación? Por tanto, tomad toda la amrmadura de Dios, para que podáis, resistir en el día malo y habiendo acabadotodo, estar firmes Efesios 6.13 Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza Efe. 6:10 Manténte siempre listo para el combate espiritual. Reconoce que tus enemigos demoníacios están detrás de mucho de lo que sale a tu encuentro para dañarte.
En Su amor,
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