“Cuando
dijiste: Buscad mi rostro mi corazón te respondió:
Tu rostro, SEÑOR,
buscaré.”
(Salmo 27.8 –
)
Si deseamos conocer al Señor de
verdad, tenemos que elegir
estar donde Él estaría,
pensar lo que Él pensaría, ir
donde Él iría, y tratar a las personas
como Él lo
haría.
Tenemos que buscar
correctamente. Debemos hacer una evaluación,
para ver si estamos buscando
realmente a Dios mismo,
o si estamos buscando
solo las cosas que Él puede
hacer por nosotros.
Deberíamos buscar su rostro,
¡y no solamente su
mano!
¿Alguna vez has usado mucho
tiempo, energía, oración y mucha fe,
en un proyecto, para después
descubrir que era solamente un pozo seco
y llegar a la triste conclusión
de que tenías tanta sed como antes?
Pasé muchos anõs de mi vida
cristiana, haciendo un proyecto tras
otro,
pensando cada vez que sería “el
proyecto” que me iba a
dejar satisfecha, contenta, y
feliz
. Ahora por fin he encontrado lo
que satisface mi alma: Jesús el Señor.
Nuestra calidad de vida no
consiste en lo que el mundo puede ofrecer,
sino en la presencia de Dios, en
su voluntad, en conocerlo a Él,
y en conocer sus
caminos.
Haz
esto:
Haz un inventario:
¿Estás buscando a Dios y dando
prioridad a sus deseos en cada área de tu
vida?
Autor de la red.
Dios te bendiga!!
GIANNELLA