Compromiso con Dios a diario
Nuestra devoción a Dios se fortalece cuando nos ofrecemos a Él con una compromiso fresco cada día. Cada mañana, en una oraciónque salga del corazón, ya sa por escrito o silenciosa, comience su nuevo día con Dios, ofreciéndole todo lo que es, todo lo que tiene.. ahora.. para siempre,.. y a diario. Presente todo en el altar de Dios, viviendo lo que un santo de la antigüedad llamó una "vida consagrada". Dele a Dios su vida, su cuerpo (tal como está), su salud (o falta de la misma), su esposo, sus hijos (uno por uno), su hogar , sus posesiones. Alimente el hábito de poner estas bendiciones en las amorosas manos de Dios, para que Él haga con ellas como le plazca. Después de todo, ellas no son nuestras. son de Él! Una oración diaria de compromiso, nos ayuda a dejar a un lado lo que pensamos son nuestros derechos sobre estos regalos,. como dice el dicho, "esta bien que posea cosas, pero no permita que las cosas le posean a usted". Las siguientes palabras, extraídas de un devocionario del siglo deicinueve escrito por Andrew Murray, también me parecieron muy apropiadas: "Dios está listo para asumir la total responsabilidad sobre aquella vida que está entregada a Él por completo".
Así que haga algún tipo de compromiso diario con Dios. Puede ser algo tan sencillo como esta oración la primera de las siete reglas para vivir de F.B. Meyer. "Haga una consagración diaria,definitiva yaudible, de usted mismo a Dios. Diga en voz alta: "Señor, hoy me entrego a ti nuevamente." Quizás la oración de compromiso que más amo (y que he escrito en la primera página de mi Biblia) es la de Betty Scott Stam, una misionera que fue al interior de China. ella y su esposo estaban siendo llevados por las calles de China hacia el lugar donde serían decapitados, mientras su bebé quedaba atrás en su cuna. Esta era su oración diaria:
Señor, te entrego todos mis planes y propósitos personales, todos mis deseos yesperanzas personales, y acepto tu voluntad para mi vida. Me entrego a mí misma, mi tiempo, mi todo, para ser tuya para siempre. Lléname contu Santo Espíritu. Usame como tú desees, envíame a donde tú desees, obra todo tu deseos en mi vida, cueste lo que cueste, ahora y para siempre."
En este caso, el costo fue alto. Este compromiso total a Dios le costo a Betty Stam su ministerio, su esposo, su hijo, su vida. Pero ese tipo de compromiso es en realidad nuestro llamamiento supremo como hijos Suyos (romanos 8:17)
Elizabeth George
En Su amor y mi amor,
fondoKarmen2009
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