Una Noche para Recordar
La Nazaret del primer siglo no era el lugar que la mayoría de nosotros habríamos escogido para pasar la Navidad. La ciudad complacía los apetitos más bajos de los soldados y de los comerciantes que llegaban a su puerto. es probable que la inmoral reputación de la comarca fue lo que llevó a Natanael a decir: "¿De Nazaret puede salir algo de bueno" (Juan 1:46). Aquí es donde vivía María la madre de Cristo. En una fría noche de invierno hace más de 2,000 años, María y José viajaron más de 140 kilometros a pie, con la ayuda de unos asnos, hasta Belén. Probablemente tomaron la ribera oriental del río Jordán una ruta no comercial. Es posible que para dormir hayan buscado refugio debajo de un árbol, ya que las noches en la parte montañosa eran con frecuencia lluviosas. María llegó a Belénen el noveno mes de su embarazo, tras haber hecho un viaje increíblemente difícil a través del desierto. La ciudad estaba llena de fatigados viajeros, y la pareja no encontró alojamiento en una posada. Desesperados por un lugar donde descansar, recurrieron a un establo. Fue aquí, en la oscuridad de un húmedo y deprimente establo donde nuestro Salvador hizo su entrada al mundo. No hubo ninguna ceremonia cuando llegó este Rey; ninguna trompeta que anunciara Su entrada; mningún séquito que lo escoltará; ningún comite que le diera la bienvenidad. Sólo María y José y unos pocos animales estuvieron presentes en Su nacimiento.
Por qué un Padre Soberano trajo al mundo, de una manera tan humilde al Salvador de toda la humanidad? ¿No podía Él haber nacido en el templo y sido presentado al sumo sacerdote judío, o incluso a los fariseos y a los saduceos? Por qué no envío a impresionantes ángeles al palacio del rey Herodes o de Augusto César, para exigirles que le rindieran homenaje al Rey de reyes? ¿Por qué utilizó a unos humildes plebeyos de Nazareth para presentarlo al mundo.
La razón es que Su misericordia se extiende hasta el más pobre de los pobres, y hasta el más rico de los ricos. Observe el anuncio del ángel "No temáis, porque he aquí os doy nuevas nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor (Lucas 2:10,11, cursivas añadidas)
El vino por todos nosotros, que somos inmundos e impuros. En esa extraordinaria noche de Belén, el mundo fue transformado. El amor de Cristo elimina las fronteras de clase, raza, estatus económicos y toda las otras categorías hechas por el hombre, que nos dividen.
No hay una sola persona a quien no le haya sido dado el Regalo de Navidad!
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