La Cuestión de la Eternidad
La Biblia no promete a los creyentes una vida sin dolor, dificultades ni pérdida.
Los cirsitanos no están exe4ntos de luchas, angustias ni desengaños. Y a veces descubrimos que, en medio de períodos de gozo y bendiciones, vienen episodios en los que necesitamos de3sesperadamente una perspectiva renovada.
La Biblia promete a los que creen en Cristo que tendrán un Compañero en la trayectoria que les ayudará, los alentará y los fortalecerá en cualquier cosas que encuentren en el caminol es quien prometió: Nunca te dejaré ni te desampararé.... (Hebreos 13:5-6). Poder tener esa confianza es vivir una vida que sea un signo de exclamación en un mundo lleno de signos de interrogación. Él es nuestro santuario.
Si usted conoce a Cristo, d^jele que construya la esperanza de Su presencia en su experiencia de la vida
Si todavía no ha confiado en Cristo, seguro sabe que este mundo es un lugar de dificultades y luchas. Pero no hay razón para que lo enfrente solo, Jesucristo vino al mundo a restaurar nuestra quebrantada relación con Dios y darnos vida con propósito y significación, tanto ahora como para siempre.
Porque de tal manera amo Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito para que todo aquel que cree en Él, no se pierda, mas tenga vida eterna (Juan 3:16)
Y cuando entre en esta nueva relación con Cristo descubrirá que Él es en verdad la ayuda y esperanza que necesita para la vida... y la eternidad.
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