3 He aquí, herencia de Jehová son los hijos; Cosa de estima el fruto del vientre. 4 Como saetas en mano del valiente; Así son los hijos habidos en la juventud. 5 Bienaventurado el hombre que llenó su aljaba de ellos;
No será avergonzado Cuando hablare con los enemigos en la puerta.
El pacto de Dios con Adán y Eva contenía dos provisiones independientes: descendientes y dominio. Dos personas solas no podían domnar la tierra.
Esto requería descendientes.
Para los creyentes el tener niños es una respuesta a un mandamiento: "Fructificad y multiplicaos, llenad la tierra, y sojuzgadla..." (Gén 1:28). En este salmo los niños son llamados "herencia de Jehová". Ello significa que los
niños pertenecen a Dios; son "nuestros" sólo en un plano secundario. Dios
da progenie a las parejas como una persona confía una fortuna a sus herederos. Jesús desea que no despreciemos a ninguno de esos "pequeños: y habla de su fe en Dios como un ejemplo para los adultos (Mt 18:1-5,10).
Cuando una pareja contrae matrimonio, se comprometen a amar, servir y
sacrificarse por la próxima generación. El cuidar y amar a los niños es una de las principales formas de honrar a Dios y compartir la tarea de edificar su Reino
Larry Christenson
Padre amado danos sabiduría e inteligencia para guiar a nuestros
niños en tus sendas para que cuando sean grandes no se
aparten de Tus caminos, danos gracia para hablar con ellos y
sobre todo, que también aprendamos a disciplinrlos como nos lo
indica Tu palabra, para que sean edificados en amor y no destruirlos;
que jamás los provoquemos a ira sino a arrepentimiento.
En el nombre de Cristo Jesús, amén amén.
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