¿CON
ABATIMIENTO?
VEN
HABLEMOS
Por Dr.
José
Luís
González
Miami
Florida
“...El
Señor
camina
sobre la
tormenta,
y las
nubes
son el
polvo de
sus pies
(Nahúm
1:3)
Amada
ovejita
que te
encuentras
desconsolada,
con el
alma
herida,
abandonada,
menospreciada,
emprobrecida,
enferma
y
trasquilada.
A tí que
has
esperado
por años
un amor
que te
comprenda,
te apoye
y que
valore
tu
trabajo.
A tí, te
escribo
en este
día.
Pero no
te
escribiré
algo por
escribir,
no, lo
que te
diré es
algo que
viene
directamente
del
corazón
de Dios
para tu
vida,
toma las
cosas
con
calma,
siéntate,
vamos a
tratar
tu caso
detenidamente,
ve por
un vaso
con
agua,
refréscate
un poco,
respira
profundamente,
cierra
los ojos
por un
momento,
y como
un niño,
deposítate
en las
manos de
tu
padre.
Ahora
que
estás
relajado
(a),
quiero
decirte
que Dios
ve mas
allá de
lo que
tu
cuerpo
deja
ver,
definitivamente
estás
muy
debil,
tus ojos
se ven
tristes
y hasta
algunas
manchas
te han
brotado
en el
rostro,
debido a
que no
te has
alimentado
bien,
solamente
Dios
sabe que
has
estado
viviendo
a “pan y
agua”, y
tu
cuerpo a
pesar de
verse
robusto,
está
totalmente
debilitado,
sin
defensas
y sin
nutrientes,
te
fatigas
con
facilidad
y como
algo muy
extraño,
ya casi
no
lloras
como
antes, y
es como
que todo
tu ser
está
anestesiado
ante el
profundo
dolor
que
sobre tí
ha caido.
En
silencio
observas
la
tormenta
caer,
con toda
su
potencia,
sin que
tú
puedas
hacer
nada, la
escuchas
tronar
con todo
su
poder,
mientras
tú
permaneces
en la
celda de
la vida,
limitado
a los
días sin
explicación,
y a los
momentos
angustiosos
que se
acumulan
con todo
tipo de
dificultades,
enfermedades
y
pobreza.
En la
mesa del
comedor
yace la
Biblia,
la cual
observas
a
menudo,
la lees
y
nuevamente
la dejas
abierta,
así como
está tu
alma,
para
recibir
la
bendición
de Dios;
doblas
las
rodillas
oras,
pero a
los
cinco
minutos
sientes
que
nadie
escucha,
te
levantas
y nada a
tu favor
sucede,
únicamente
la
tormenta
continúa
golpeándote
a
diestra
y
siniestra,
sientes
que
todos
los
caminos
están
bloqueados
y no
observas
ninguna
señal
por
donde
exista
una
puerta
que te
ayude.
Ahora,
respira
profundamente,
una vez
más,
viene la
otra
parte de
esta
charla
contigo,
mi amada
ovejita,
ahora
viene la
otra
cara de
la
moneda,
ahora
viene
una
nueva
página
para
escribir
en tu
vida,
ahora
vamos a
hablar
de la
gran
oportunidad
que el
Dios del
cielo,
tiene
para ti.
La
Biblia
dice
que “..El
Señor
camina
sobre la
tormenta,
y las
nubes
son el
polvo de
sus
pies”.
Eso
significa
que
Dios, ha
estado
caminando
hacia tí,
y que
toda la
tormenta,
con sus
truenos
y
vientos
huracanados,
no han
sido
otra
cosa,
que el
camino
que Dios
ha
utilizado
para
llegar
hasta el
mismo
lugar en
el que
tú te
encuentras
ahora.
Todas
las
dificultades,
hambre,
tristeza
y
pobreza,
se
terminarán
y
vendrán
a tu
vida,
los días
de
cosechar.
Todo
será
cambiado,
sin que
tú hagas
nada,
verás
diversas
circunstancias
moverse
a tu
favor,
así como
nacen
las
flores,
deja que
Dios te
guíe,
confia
en El
plenamente
y
maravillosamente
podras
ver, en
el
pasillo
de la
vida, la
puerta
que Dios
ha
preparado
para tí,
con todo
tipo de
provisiones.
Dios
vino
hacia
ti,
sobre la
tormenta,
el
escuchó
cada una
de tus
oraciones,
ahora
vendrá
la
bendición
a ti,
conocerás
el gran
poder de
Dios,
quien
sostiene
el
universo
entero,
alimenta
a las
aves, a
los
peces y
a las
plantas;
quien
dirige
la ruta
de los
cometas
y
tambien
la de
cada
célula;
quien
sabe en
donde
cae la
lluvia y
tambien
tus
lágrimas;
quien
sabe el
momento
adecuado
para que
alumbre
el sol y
quien
sabe el
momento
adecuado
para que
tú, mi
amada
ovejita,
recibas
la
bendición,
con todo
lo que
necesitas.
Ahora,
sonría
un poco,
ordene
su
habitación,
tome la
Biblia
en sus
manos,
ciérrela
por un
momento,
déle un
beso y
diga: “
te amo
Dios
mío,
gracias
por
amarme
tanto,
gracias
por la
bendición,
y
gracias
porque
en esta
espera,
me has
sostenido
y no has
permitido
que el
enemigo
me
destruya,
gracias
Dios
mío, por
ese río
de
bendición
que
viene en
camino
hacia mi
caudal,
que
espera
con fe,
ser
lleno
por el
gran
amor de
Dios”